En los últimos meses, OpenAI, la empresa detrás de productos tan conocidos como ChatGPT y DALL-E, ha estado explorando activamente la posibilidad de desarrollar sus propios chips de inteligencia artificial. La medida está impulsada por varios factores, incluida la escasez de unidades de procesamiento de gráficos (GPU) y los altos costos de su uso, lo que hace que desarrollar y entrenar modelos de IA sea más difícil y costoso.
La razón principal por la que OpenAI está desarrollando sus propios chips es para reducir su dependencia de proveedores como Nvidia, que controlan el mercado de GPU. Con la creciente demanda de potencia informática para entrenar grandes modelos de lenguaje como GPT-4, OpenAI busca obtener más control sobre su infraestructura informática. Esto permitirá a la empresa no sólo optimizar costes, sino también mejorar el rendimiento de sus modelos.
Esfuerzos de desarrollo actuales
OpenAI ya ha comenzado a tomar medidas activas en esta dirección, contratando especialistas que anteriormente trabajaron en Google en proyectos relacionados con unidades de procesamiento tensorial (TPU). La empresa está explorando diversas tecnologías de empaquetado de chips y componentes de memoria para mejorar el rendimiento. Se espera que las primeras muestras de nuevos chips aparezcan no antes de 2026. OpenAI también está considerando adquirir nuevas empresas de chips, lo que podría acelerar su proceso de desarrollo.
Desarrollar tus propios chips es un proceso complejo y costoso. Las estimaciones del costo de crear incluso un chip modesto oscilan entre 20 y 50 millones de dólares, y las soluciones más complejas podrían requerir miles de millones. Además, OpenAI tendrá que competir con gigantes como Google y Amazon, que ya han desarrollado sus propias soluciones de IA.
La creación de OpenAI de sus propios chips de IA es parte de una tendencia más amplia en la industria tecnológica, donde las empresas buscan optimizar el rendimiento y reducir los costos de hardware. El éxito de OpenAI en esta área podría provocar cambios significativos en el mercado de chips de IA, que actualmente está controlado en gran medida por Nvidia. También podría acelerar el ritmo de la innovación en inteligencia artificial, lo que tendrá un impacto en diversas industrias.
Así, al desarrollar sus propios chips, OpenAI no sólo pretende mejorar sus procesos internos, sino que también puede tener un impacto significativo en el futuro de la tecnología de IA en general.